
Tras el encargo del logo para RESISTENCIA, el primer boceto es desechado para evitar reminiscencias partidistas. Sin embargo ya hemos empezado, salvamos la casa y ella nos salvará a nosotros.

Partimos de una una idea de conceptos contrapuestos. La casa como freno al aumento de casos, la tensión contra la estabilidad, la humanidad ante el frio avance exponencial del virus.

A partir de ellos se juega en negro con tipografías y siluetas, haciendo pequeñas modificaciones y sufriendo grandes cambios.


Después de la experimentación, se decide volver a la idea original.

La entrada del color aporta una nueva capa de información y estableciendo un orden sobre lo que antes eran decisiones aleatorias.


Finalmente, la animación busca capturar todo el desarrollo anteriormente contado.